4.- Ser ecuánime con uno mismo
Otro rasgo de la inteligencia emocional es tener un ego en su justa medida. Es preciso ser consciente de en qué cosas uno es bueno o muy bueno y en qué cosas uno es un desastre. Este aspecto de la personalidad, más allá de evitarte caer en la egolatría y no ser un incordio en las reuniones sociales, te facilitará obtener éxito en tus proyectos porque te ayudará a saber qué aventuras debes emprender y cuáles no según tus capacidades. |