Si ya de por sí el voto para la gubernatura se veía pulverizado, ahora con el destape de Armando Méndez de la Luz, del Partido Movimiento Ciudadano (MC), la cosa se va a poner peor. Sus banderas son idénticas a las del PAN, a las de los candidatos independientes y con las que el Senador Héctor Yunes Landa, se ha ganado las simpatías de miles de priístas marginados, por el duartismo-fidelismo; por el desempleo, corrupción y la inseguridad. Coincide también con Tomás Ruiz González, aspirante por el PRI, que ha dicho que en dos años es posible hacer muchas cosas como poner orden en las finanzas y aplicar la ley a aquellos que dañaron el erario público. Lamentablemente, Armando, repite el mismo diagnóstico pero ni una manera de solucionarlo. Algo debió pasar en el bunker del MC, porque Dante Delgado, líder moral de ese partido; había asegurado en corto que solo lanzaría candidato a gobernador en Veracruz, si el PRI no postulaba a Héctor Yunes Landa. Así que si algo pasó, sólo Dante y Héctor Yunes lo saben. ¿O alguien más en el Centro, sabe lo que aquí aún ni se imaginan? Esa terna de la que se habló en la comida de la Casa Veracruz, como que huele a machetazo a caballo de espadas. Como que huele a fractura en el PRI local y la aparición inevitable de un Bronco Jarocho, que ya se puede usted ir imaginando encarnado en quién. En fin, tarde o temprano lo sabremos. Pero de que algo pasó, pasó. Dante jamás hubiera dado ese paso o enviar el mensaje de sacar candidato propio a gobernador sabiendo que él y su MC podrían ser el fiel de la balanza para hacer ganar al PRI en Veracruz, sobre su también odiado rival, Miguel Ángel Yunes Linares… |
