Esta mañana en un conocido café de Plaza Ánimas se encontraron el recién despedido -aunque él dice que renunció porque lo querían obligar a utilizar la Reserva Técnica del IPE- Armando Adriano Fabre con el investigador universitario Rafael Arias Hernández. Después de un abrazo, Rafael le dijo: te felicito Armando, oye ¿cuántos años tienes?: Cincuenta y cuatro, le contestó. ¡Qué bueno! Entonces dentro de unos diez años vas a estar formado en las filas del IPE y te van a decir: ¡No hay dinero! ¡SEFIPLAN no nos ha depositado! O vas a estar en Plaza Lerdo protestando porque el IPE te dio un cheque sin fondos. Deseo que cuando ese tiempo llegue, te sea leve… Los testigos se quedaron helados, y con razón, los funcionarios de hoy solo van a entender el viacrucis por el que pasan los viejecitos pensionados, cuando estén en sus zapatos. |