En mi peregrinar por Veracruz, Pablito y yo nos hemos fijado que el mayor problema de nosotros los productores es la bendita venta de lo que cultivamos, o como dicen los que saben, la dichos “comercialización”. Harta tristeza me da, cada que paso por Rinconada, darme cuenta que el famoso Armadillo nomás no sirve para nada aunque pudiera ser el principal AgroCentro de Negocios veracruzano. Tiene una gigantesca bodega de almacenamiento para los productos veracruzanos, está enorme y tan grande que hasta mi pierdo. A un costado tiene una carreterota y por otro las vías del tren. Y hasta tiene su lucecita, para que ahí pongan esos aparatos que en mi tierra no existen y que se llaman computadoras o algo así. Podrían ponerle todo lo que necesitamos los cámpiras: ventanilla para bancos; funcionarios especializados en comercialización (agrónomos y extencionistas), todo a través de la red esa del internet, poniendo la tecnología al servicio del campo. Con eso eliminaríamos el maldito coyotaje que se enriquece a las costillas de nosotros y de paso también reactivarían la economía de la capital de la garnacha que tan panzones nos tiene. ¿Todo eso se puede tata? Me pregunta Pablito. Sí mijo, todo se puede y sería un golpe espectacular de un gobierno visionario y comprometido con su pueblo y yo me pongo a soñar !!!De pronto mi muchacho me da un zapotazo en la cabeza y me dice: Despierta Pá!!! Triste realidad. Nos vamos a Cardel, a ver si allí nos quieren comprar los nopales y las crucetas pa comprarle unos tenis a mi Pablito. |