Los sabios de la política dicen que huele a fiambre y ya apesta. La Coordinación está rota, a Juan Nicolás Callejas no le dieron las fuerzas para cerrar la puerta. No pudo siquiera colocar a su hijo como líder de la Coalición PRI-Verde-Ave-Panal-Cardenista como dicta la ortodoxia política para hacerle frente a la coalición PAN-PRD en la próxima Legislatura. Los diputados salientes se cansaron de servir de tapete y aprobar leyes locas y han dejado a Callejas solo velando la caja sin cadáver dentro. Por ello el “Popochas” (como le decían a Juan Nicolás) regresó a lo suyo: al magisterio. Presionó a Duarte sin que su SNTE quedara como traicionero. Por un lado aceptó los paguitos, y por debajo del agua le echó los perros con el llamado “Magisterio Unido Veracruzano”. Mientras, en el Congreso no hay movilidad y ni siquiera preocupa el presupuesto para el próximo año, total, ni siquiera a ellos les toca. Pero ¿La revisión de la Cuenta Pública? Se ve que “el Popochas” y compañía ya no quieren queso sino salir de la ratonera. Ni siquiera la inyección de células madre que se hizo, le devolvió la fortaleza… y aun así hay ilusos que lo candidatean para dirigir al PRI. Lecheros y pan de muerto para los diputados que se prestaron al juego de Duarte para dañar Veracruz y que hoy habitan como zombis en un Congreso sin consensos como bien dice Paco Garrido. |