Los sabios de la política están decepcionados por el nivel exhibido por los actuales diputados en lo que va de las comparecencias. Parecen una mala caricatura de los anteriores. Denotan que no dominan los temas de sus propias comisiones, sus preguntas se basan principalmente en viejas notas periodísticas y a leguas se les nota el desconocimiento parlamentario. ¡Vaya! Si nos apuran a algunos les cuesta hasta leer. Al menos hubieran buscado el discurso final del ex diputado Ricardo Ahued, para que supieran con qué inquirir a los titulares de las dependencias. El reciente dictamen de la Cuenta Pública pareciera que no existiera o que ni lo leyeron. Si de allí sacaran sus preguntas en lugar de notas periodísticas, tendrían muchísima carnita. Es más, estos ni por dignidad abandonaron la vergonzosa lectura de preguntas preparadas y entregadas por los comparecientes. Se esperaba mucho más de ellos. Esta mañana Ramón Ferrari se los comió vivos, les contestó lo que quiso y a los diputados les faltó conocimiento para debatir pese a que cambiaron a modo el formato de la Comparecencia. Llevan menos de un mes y se entiende la novatez, pero tuvieron meses para prepararse. Canillazos para los novatos diputados locales que no pueden con dinosaurios de la política. |