Lo hemos dicho aquí, el “Gran Problema financiero” de Veracruz ha sido magnificado desde la ventana de la política. Diciembre, el mes de cierre es el más complicado, pero es un problema de caja, de liquidez. Resolviendo el cierre, de enero en adelante se invertirá menos pero el problema será diferente, ya no tan asfixiante. Las reestructuras de las deudas será la principal tarea. De no ser así, ¿cómo podría el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, exentar de impuestos y recargos a los empresarios que dejaron de pagar el 3% del impuesto a la nómina? ¿Cómo habría firmado otro decreto para subsidiar al 100% la tenencia vehicular para el 2017 y 2018, sin parecer irresponsable. Para los vapuleados bolsillos de los veracruzanos esos dos casos han sido muy buenas noticias, así como para los bonos políticos de Miguel Ángel, que a falta de inversiones hará lo que esté en sus manos para llegar a Los Pinos o al menos para dejar a su hijo como gobernador. Pero no se enoje, así es la política y los políticos. |