En el comentario de los lunes de nuestro director general Francisco Licona, nos da un ligero termómetro político en Veracruz, el cual lo ve complejo y complicado de leer. Mientras el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (con obvios propósitos de repetir el triunfo electoral en el 2018 para el PAN en solitario o de nuevo en coalición con el PRD) ha dado muestras de saber gobernar, no se entiende por qué atropella a gente que pudiera ayudar en sus propósitos. No es que no deba poner orden, pero hay formas menos estridentes de hacerlo. En fin, quizá lo haga así por no sentir presiones políticas de un PRI que ha dejado el 2017 fuera de sus ambiciones, ya sea por darse por perdidos o porque no les interesa ganar alcaldías. Por su parte, el PRD para lograr algo en Veracruz se ve condenado a seguir pegado al PAN, toda vez que sus incoherencias políticas no lo dejan crecer a nivel nacional. Y MORENA, como el Alka-Seltzer, nadie sabe cómo gana, pero gana. Falta ver hasta dónde le alcanza para ganar poniendo al candidato que sea. |
