Ya nos extrañaba que Javier Duarte de Ochoa estuviera tan “cooperativo” en el proceso que se sigue en su contra por delincuencia organizada, peculado, enriquecimiento inexplicable y lo que se acumule esta semana.
Al comparecer ante el Quinto Tribunal de Sentencia Penal de Guatemala para su primera audiencia, el ex gobernador se reservó su derecho a “allanarse”, esto es, a aceptar voluntariamente la extradición a México, hasta que el gobierno de Enrique Peña Nieto no haga la petición formal a su homólogo guatemalteco, con lo cual, gana tiempo para que su defensa idee alguna de las marometas legales a las que acostumbra el ex mandatario.
Por cierto que quien se presentó a la audiencia como su asesor jurídico fue el abogado Pablo Escudero, quien es integrante del despacho Zínzer, Esponda y Gómez Mont, uno de los más caros del país, que además acostumbra tomar casos de “personajes” como Javier Duarte.
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