La huida de Karime y su familia podría ser el clavo final al sarcófago del PRI
Quien haya pensado que la detención de Duarte salvaría el triunfo priista en las próximas elecciones de junio, podría haberle puesto el clavo final al sarcófago.
La idea, lejos de ser la solución, ha exacerbado la gallera, al refrescarle la memoria de una larga historia de corrupción e impunidad.
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Y, en Veracruz, aparte de la gritería, vivas y aplausos que provocó en el Café La Parroquia de Veracruz cuando apareció la noticia en las pantallas de televisión no hizo más que remover y hacer crecer el odio y el rencor antisistema en millones de veracruzanos.
Por si fuera poco, la huida “negociada” o no de Karime Macías, fue como el descabello taurino, que le puso alas a la idea de que con Duarte preso se recobrarían los 35 mil millones de pesos que supuestamente desvió el cordobés.
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