O millones de mexicanos son unos mal pensados o las diputadas del PRI no tienen vergüenza. Y es que no se necesita ser un experto en lectura de labios para darse cuenta que las diputadas federales no gritaron “bruto” como se defendieron, con todas sus letras se ve clarito que gritaron “puuuuuuto”, y se ven peor ahora tratando de disculparse.
El propio líder priista en la Cámara de Diputados las defendió (aunque sin éxito) al asegurar “Siempre a favor de la igualdad plena y contra la discriminación, mis compañeras diputadas no agraviaron a nadie, dijeron "bruto" en defensa ante un cobarde diputado que nos agredió a todos”.
Por cierto, hablando de César Camacho Quiroz, aunque una imagen fija no da mucho contexto, ¿Usted qué cree que estaba contemplando el líder? Arne aus den Ruthen, quien se vende en Twitter como caza corruptos, comentó irónicamente "No le estaba viendo las nalgas, estaba contemplando su alma”.
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