Ante el desalojo violento del Palacio de Gobierno que sufrieron empresarios xalapeños, la versión oficial fue que se actuó con amabilidad pero rasparon su legalidad: ‘se ordenó analizar si las cuentas que pretenden cobrar, derivadas de presuntos contratos con Javier Duarte, tienen sustento legal o forman parte de los adeudos ficticios que cómplices del ex gobernador’.
Pero los empresarios aseguran lo contrario: ‘Nos violentaron, nos desalojaron con total violencia, fue un trato inédito, nunca nos imaginamos ser tratados de manera violenta por un Gobierno que no salió a dialogar, solamente usó la violencia y aquí estamos ahorita: desalojados’ dijo su dirigente Jesús Castañeda Nevárez.
Otros empresarios como Óscar y Noé Pérez, Alejandro Cossío, Santos Solís, Lino Perea y Carlos Abreu, dijeron haber sido tratados como delincuentes, amenazados y golpeados.
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Dos años antes, el hijo del hoy Gobernador y un grupo de alcaldes panistas y perredistas le tomaron a Flavino Ríos el Palacio de Gobierno y se les respetó su derecho a protestar; ayer empresarios intentaron pacíficamente hacer valer el suyo y fueron reprimidos.
Mismos hechos, diferente gobernador, diferente carácter, diferente carisma. |