La lupa crítica del periodista Bernardo Gutiérrez Parra encontró la cifra dura que desnuda la pésima labor de Leopoldo Domínguez Armengual como Secretario de Turismo en el gabinete de Miguel Ángel Yunes Linares.
Un notario público metido a funcionario cuyo único mérito para estar al frente de un sector cuya inercia apuntaba hacia arriba y que se le cayó en las manos en tan solo dos años, era ser amigo del número 1.
Al oscuro funcionario ni siquiera le queda decir que la debacle del turismo en Veracruz le vino de fuera, puesto que México en el 2017 subió dos escalones en el ranking mundial. Es decir, mientras el país vivió un sueño, Veracruz vivió una pesadilla.
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