Por más que lo intenta, la exvelocista olímpica Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) desde hace 6 meses, parece no convencer de que en esa dependencia no existe corrupción. Ha dado explicaciones al por mayor, pero parece que nadie le cree, o cuando menos no le quieren creer, y es que las voces en contra de la propia gestión de Ana Gabriela tampoco se detienen.
La banda de dirigentes del deporte es un poder que ha doblado uno a uno a los tantos dirigentes que han llegado a la Conade, dijo en una ocasión con toda la rabia reflejada en el rostro, un director del Instituto Veracruzano del deporte.
El deporte está lleno de grillos y mercenarios del deporte. Cada deporte tiene fuertes dirigentes políticos, exdeportistas enquistados que manipulan, corrompen y se aprovechan de lo que en teoría les debería corresponder a los deportistas. Becas, viáticos, recompensas y hasta el solo hecho de ser incluido en los equipos representativos de México, todo tiene un precio.
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Y eso es lo que hasta hoy Ana Guevara ha callado. Hasta ahora ha denunciado solo las presiones, las formas arcaicas de explotación de deportistas sin dar nombres ni señalar los intereses de fondo que están en contra de su gestión y de sus decisiones. ¿Quién más que ella que lo sufrió como deportista de alto rendimiento?
Sin embargo, Ana Gabriela al parecer es una guerrera y está dispuesta a no callar más. Se sabe de gente cercana a la velocista, que ante la Comisión Legislativa del Deporte de la Cámara de Diputados que preside Ernesto Vargas D’Alessio, ella comparecerá el próximo 8 de julio. Allí, Ana dará nombres y quitará máscaras pero irá más allá, denunciará penalmente a quienes por años han vivido de la ubre del deporte y el sudor de los deportistas y derrocharon el dinero del deporte en el sexenio pasado.
Por otra parte, varios diputados de la Comisión Legislativa del Deporte que apoyan la labor de Guevara afirman que Ana no ha hecho más que aplicar las leyes que otrora se manejaban a discreción y políticamente, pero lo que está mal es la propia Ley General de Cultura Física y Deporte, por lo que si quieren que haya justicia en el deporte primero se tendrá que Reformar esa Ley para que las becas sean equitativas, se impulse al deporte adaptado, se realicen estudios socioeconómicos para recibir el apoyo y sus derechos sean respetados, pero sobre todo que exista justicia. |
