Desde este fin de semana la plática de los sabios bebedores de café se ha centrado en el tema de Winckler y sus famosos documentos con los que cuenta para, supuestamente, echar abajo las persecuciones políticas que existen en su contra y que no ha podido hacer valer ante los tribunales.
En primer lugar, quiso echar abajo la famosa ‘Suspensión Temporal’ que le ordenó el Congreso de Veracruz el pasado 3 de septiembre luego de la masacre en el bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos, con una supuesta acreditación nacional para desempeñar el cargo, con la que dijo contar y exhibió solo de lejitos ante los medios, e incluso dijo contar con acreditación internacional… sin embargo, los Tribunales le negaron los amparos que ha solicitado para ser repuesto en la Fiscalía General.
Y ahora, ante las órdenes de aprehensión de las que mucho se habló este fin de semana y que el mismo gobernador Cuitláhuac se encargó de confirmar esta mañana, Winckler asegura que las acusaciones por supuesta desaparición forzada y privación ilegal de la libertad, carecen de sustento ya que el denunciante nunca estuvo detenido, ni privado de su libertad, ni fue objeto de tortura, como supuestamente lo certifica un Actuario Federal en un documento y “que incluso tiene la firma de la supuesta víctima”.
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Lo cierto es que Winckler al momento no ha exhibido a cabalidad ninguno de los “Documentos” que asegura tiene lo que hace sospechar que quiere espantar con el petate del muerto, mientras que la orden de aprehensión sí existe y es por un delito calificado de grave.
Habrá que ver qué tan auténtico resulta ese documento del que habla Winckler y si la dichosa certificación resulta cierta para saber por qué no le fue tomado en cuenta por los tribunales.
Por lo pronto los sabios bebedores de café le dedican sus canillazos para Winckler por no mostrar a los medios sus famosos documentos salvadores. |
