Escandaloso el caso del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Edgar Elías Azar.
Este pelafustán enmascarado de Ministro de la Justicia, que debió vender la justicia al mejor postor o estar involucrado con el crimen organizado; dado los ingresos que se ha demostrado obtenía por la renta de inmuebles de dudosa procedencia.
Este pillo de siete suelas obtenía ingresos anuales de 78 millones de pesos, tan solo por rentas de edificios. El pillazo no tenía llenadera. ¿Cuánta gente inocente debe estar en la cárcel por decisiones criminales de este seudo servidor público? ¿Cuánto criminal andará por ahí gozando de libertad, por la mano de este engendro? Afortunadamente, algunas cosas están cambiando en México y al menos esta raza de pillos ya no gozan de protección de ‘arriba’ para burlarse de la justicia. Una intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto Castillo permitió a la SHCP interponer una denuncia en contra de este germen del mal que durante aproximadamente en 10 años fue el rey del cochupo, lavado de dinero y quién sabe de qué otras fuentes de ingreso gozó de manera ilegal.
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