Después de ser un futbolista famoso, ídolo en el norte del país y entre la fanaticada del América, Renato Ibarra, el extremo volador del conjunto azul crema se encuentra en la cárcel acusado de violencia familiar, tentativa de feminicidio, tentativa de aborto –la esposa está embarazada en su primer trimestre de gestación de alto riesgo-.
Y si bien lo que ya se sabía del caso era penoso y reprobable, cuando trascendió lo que la esposa Lucely Chalá había declarado en la Fiscalía el mundo se horrorizó.
Lucely dijo que sí, su esposo la golpeó y la estrelló contra la pared. Y ahí, le decía a sus amigos ecuatorianos –que también ya están en la cárcel-, ¡Péguenle! ¡Péguenle!. Y, pues también le pegaron. ‘¡Me vale $%#$%, péguenles, no me importa si hay un muerto, péguenles!’ así declaró Lecely ante la Fiscalía, aún postrada en el hospital del Pedregal donde fue a parar luego de la golpiza que le propinó el futbolista.
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Lucely declaró que buscó esconderse en el clóset en su casa mientras la familia de Renato la insultaba, arañaba y la golpeaba en su cara y cuerpo. El futbolista la tomó de los cabellos y la jaloneaba para evitar que su esposa se defendiera de las agresiones de sus amigos.
¿Qué tendrá en la cabeza este fulano que en el deporte y entre la afición tenía las puertas abiertas y en espera de su regreso a las canchas después de una lesión que sufrió en la cancha?
¿Qué tendrán en la cabeza tantos y tantos varones que laceran la vida y dignidad de sus esposas? ¿Qué tendrán en la cabeza todos aquellos que se han atrevido a quitarles la vida a tantas y tantas mujeres?
Tan vergonzoso fue lo que hizo el futbolista Ibarra que su abogada le abandonó el caso por ‘cuestiones de género’.
Y aquí es donde se podrá apreciar el movimiento nacional de las mujeres pues imagínese que en estos momentos algún juez o jueza deje libre a Renato Ibarra por ‘fallas al debido proceso’ la que se le arma a ese juez o jueza.
Este caso de Renato Ibarra, por golpeador de mujeres sirva de experiencia para todos aquellos que odian a las mujeres y se piensan sus dueños a las que pueden ofender, acosar, golpear e incluso hasta matar.
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