Acostumbrados los banqueros a ‘no pagar impuestos’ y luego ‘negociar’ en Los Pinos o en alguna oficina del Palacio Federal, hoy dan vueltas y vueltas para tener una cita con el Presidente Andrés Manuel López Obrador para ofrecer alternativas de pagos, entre las que se encuentra dar el servicio en sus sucursales más apartadas para que la gente cobre sus apoyos.
Resulta que los angelitos españoles de BBVA (anteriormente conocido por Bancomer) y sus socios mexicanos le deben al SAT por concepto de impuestos alrededor de 10 mil millones de pesos. Y aunque los directivos argumentan en su defensa que la mayor cantidad de la deuda fiscal corresponde a los socios de Bancomer antes de la fusión con el capital español, el SAT ha informado que la deuda se generó después de la fusión.
En información publicada por el portal La Política Online, en un desglose de esa deuda de 10 mil millones de pesos están contemplados mil 500 millones que se podrían considerar fraude fiscal, lo que se considera un delito penal por lo que los directivos y socios podrían pasar las de Caín pues este tipo de delitos no son negociables. Y además, AMLO ha dicho que no habrá negociación de delitos como ese.
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