Otro caso es el de Horacio Duarte, quien quizá para darle unos llegues al su antecesor Ricardo Ahued se llevó de frente y de corbata al Subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta Saucedo, primer titular de la Dirección General de Aduanas. Al señalar que a él no le temblará la mano para luchar contra la corrupción en Aduanas, Duarte también le pasó rayando la carrocería a Ricardo Peralta. ¿O se puede pensar algo distinto a que a los anteriores sí les tembló la mano?
Un caso más ha sido el del Senador por MORENA Ricardo Monreal Ávila, quien además de mantener un pleito casado con el Senador Martí Batres (a quién separó a la mala, se supo, la presidencia del Senado), ayer declaró que él no será Secretario de Gobernación porque el Presidente no se lo ha pedido, pero sí éste lo hace… pues con gusto.
Y es que el Senador Monreal es un tiburón de más de 7 hileras de dientes, ya que en su afán de convertirse en el sucesor de AMLO, está despedazando a MORENA tratando de encumbrar como líder del Partido a su suplente Alejandro Díaz Durán quién pega arriba y pega abajo, pues lo mismo declara en contra de otros líderes que aspiran a la presidencia de Morena que le mueve el agua a los gobernadores para imponer a sus aliados.
¿Qué necesidad tuvo Monreal de moverle el tapete a Doña Olga Sánchez Cordero? Ninguna.
Lo único que queda claro es que en la 4T, también se llevan muy pesado y como dirían los clásicos, tienen la manita muy acelerada.
¿Pero qué necesidad de moverle las aguas al Presidente? |