Arturo Reyes Isidoro escribe hoy es su columna Prosa Aprisa, que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez cesó de su cargo como secretario técnico del DIF estatal a Juan Carlos Espino Reyes.
Es de suponer que la falta (o las faltas) que haya cometido Espino Reyes debió ser muy grave y comprobada puesto que no le pidieron la renuncia, sino que lo cesaron. Es decir, el hombre no tendrá derecho a nada. No fue un despido sino un cese.
El caso es que Espino Reyes debió estar en el ánimo del Gobernador puesto que fue a él de manera específica al que le crearon la plaza de Secretario Técnico. Quizá por ello el hombre se sentía dueño del DIF, ya que según escribe Arturo Reyes “Últimamente la habría estado creando muchos problemas a la directora actual Rebeca Quintanar Barceló”.
|
Lo anterior es muy frecuente, y sucede en varias dependencias, más donde los ‘amigos’ no solo del gobernador Cuitláhuac, sino ‘recomendados’ de la titular de SENER Rocío Nahle, o de diputados federales de Morena, hacen de las suyas.
Muy probablemente la señora Quintanar Barceló debió caerle a Espino Reyes en algún acto de corrupción, le habría mostrado las pruebas al gobernador y a éste no le quedó más remedio que cesarlo.
De ser así, este caso se podría convertir en un acto más de opacidad, igual como sucedió con el caso de la anterior directora del DIF, quien fue renunciada y loca de contenta con su cargamento se fue para la ciudad de Veracruz, donde quizá hasta candidata a diputada la hagan para completarle el regalito.
|