El cómo específico del financiamiento es siempre importante máxime en épocas de pandemias y astringencias financieras auto impuestas, por necedades o perversidades.
Sugiero que la propuesta del ingreso vital transite por ese camino técnicamente corto y políticamente largo. Inclusive, atrevidamente pienso, le daría viabilidad permanente.
Algo que para la hacienda pública sería un buen presente para una medida futura que, sin duda, aplicará electoralmente el año próximo el ejecutivo y que podría acabar de colapsar las finanzas federales.
Ello si se toman los recursos excedentes de Banxico, que duermen plácidamente bajo el colchón, para continuar la fiesta sin fin.
Qué hacer? Proponer la alternativa financiera más simple y lógica!
Saludos Esta es una perla de Joan Rega, colaborador especial para temas económicos en Política al Día).
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