Ahora bien, el PRI quizá perdió más que lo que ganó. Porque se quedó con la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados pero de manera condicionada a no interponer controversias Constitucionales, lo que significa “tenerla para la foto”, para llevar la tramitología de la Cámara, pero no podrá como partido de oposición, oponerse a iniciativas de Palacio que afecten al país.
Ahora que si en el PRI se piensa que ocupar en San Lázaro el lugar reservado para la tercera fuerza política le dará el peso suficiente para una eventual alianza política con el PAN y PRD, pues ni siquiera, porque una vez que Sauri Riancho se sentó en la silla principal de San Lázaro, los diputados del PRD que le prestaron al PRI lo más seguro es que se regresen.
¿Podrá el PRI -con haber asumido la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados- tener el poder suficiente de negociación ante una eventual Alianza con el PAN y PRD para el 2021? La respuesta es no.
En realidad No, ya que si bien lo convirtieron en la tercera fuerza política, fue de una manera artificial, artificiosa y tramposa, lo inflaron por unas cuantas horas, para después quedar de nuevo en el cuarto lugar, sitio que ocupó también de manera artificiosa puesto que en las elecciones del 2018 el pueblo lo mandó hasta el quinto lugar, atrás de Morena (191 diputados); PAN (81); PT (61); PES (56); y PRI (45). Y eso lo saben muy bien los del PAN y PRD.
Así que ocupar la Mesa Directiva no le servirá de nada en las negociaciones políticas para una eventual alianza política electoral para el 2021.
El PRI navega ya entre la cuarta y quinta fuerza política después de ser durante décadas el primero. Esa es la realidad. Sin embargo, el PRI no tiene todo perdido, pues aún tiene entre sus filas líderes natos que pueden llevar a buen puerto las negociaciones y, sobre todo, que están haciendo la tarea a ras de piso para recuperar sus posiciones y entonces sí, ir en pos de una eventual alianza con una mejor posición, pero con una fortaleza real, y no una inflada como la que hoy tienen en San Lázaro.
Los canillazos del día son para los que no supieron operar lo que se había negociado en las cúpulas entre Palacio y el PRI. |