2) Reprobamos que el Presidente abdique de sus responsabilidades. Someter a consulta el ejercicio de la justicia no sólo es un acto de simulación, sino una trasgresión a sus responsabilidades y obligaciones.
3) Es una consulta claramente improcedente. El planteamiento del Ejecutivo transgrede una multitud de preceptos constitucionales, al violentar los principios del debido proceso, al pretender crear tribunales y procesos especiales metaconstitucionales, y al atropellar los principios de seguridad jurídica y de legalidad.
4) Es un acto de manipulación contra el sistema de justicia mexicano.
5) Desnaturaliza los instrumentos de participación ciudadana. La consulta popular es una figura para que los ciudadanos decidan sobre temas de trascendencia nacional, no es termómetro de la opinión pública o un instrumento de propaganda.
6) Es otro distractor que quiere utilizar el Presidente para aparecer en la boleta electoral.
7) Ni los derechos ni la justicia se consultan.
8) Los ex presidentes, cualquier otro ex funcionario y cualquier persona debe ser investigada si cometió delitos.
Hasta el momento, según ha trascendido, de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es donde está el futuro de la Consulta, 4 de ellos ya han expresado abiertamente su negativa, mientras que los otros 7 aún no se deciden y coquetean con la idea de declararla improcedente. |