Otra muestra de ello es que ni los mismos exgobernadores panistas han cerrado filas a espaldas del CEN azul y se sabe que formalmente buscan acomodo en la política nacional como una fuerza autónoma y paralela al CEN azul que han denominado Movimiento Nacional ‘Unidos por México’, grupo encabezado por el exgobernador de Baja California Ernesto Ruffo Appel, -con fuertes resentimientos políticos con Felipe Calderón- y secundado por Carlos Medina Plascencia, Fernando Canales Clariond, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva, Francisco Ramírez Acuña, Guadalupe Osuna Millán, Eugenio Elorduy, Patricio Patrón Laviada y Marco Antonio Adame.
Así que del ortodoxo PAN solo está quedando el cascarón, igual como le pasó al PRD con la salida de AMLO y la formación de MORENA.
En Veracruz sucede algo muy parecido, puesto que el dirigente estatal Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, apenas y si logra mantenerse en pie. Con una bancada dividida en el Congreso en el que la suya es la de menor fuerza y peso y a nivel municipal y distrital tiene enfrente poderosos bastiones yunistas en los que sus decisiones no pintan ni las bardas. Así, Veracruz Puerto, Boca del Río y Medellín, son lugares en los que el dirigente estatal Joaquín Rosendo Guzmán no cuenta, ni podrá meter las manos en el proceso electoral del 2021.
Imagínese si como se adelanta en algunas columnas nacionales, los exgobernadores panistas logran convencer a Miguel Ángel Yunes Linares y se decida integrarse a ‘Unidos por México’, prácticamente estaría borrando al ‘Chapito’ en Veracruz e imponiendo sus reglas en los próximos procesos electorales jarochos.
Difícil, pero así se ve desde este lado de la barrera, por algo Joaquín Guzmán y Sergio Cadena del PRD le ruegan a Marlon Ramírez del PRI –que está mejor organizado como partido- que se unan a ellos en una alianza de aceites y aguas, para más o menos darle la pelea a Morena en Veracruz.
Alianza que de integrarse -de donde podría recibir mucho calor- Yunes Linares al ‘Unidos por México’ fracasará de manera rotunda puesto que ‘toma todo’ trataría de borrar de las decisiones a perredistas y priistas.
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