Lo anterior ya que como diputado debería mostrarse fiel a los intereses del pueblo que representa, y no necesariamente al gobernante (cosa que desafortunadamente ningún líder de diputados de ningún partido ha entendido).
Sin embargo, una cosa es lo que todos sabemos que pasa pero que disimulan, y otra muy diferente el de plano entregarse de pechito al Presidente.
Si bien los últimos problemas que ha tenido AMLO dentro de su gabinete se deben precisamente a que algunos colaboradores prefieren mantener un poco su integridad y no regalarse al presidente, eso no quiere decir que para ganar las simpatías del número Uno, tengan que tirársele al piso.
Muy mal se vio Mario Delgado al asegurar que al Presidente se le dará una “lealtad ciega”. ¿Lealtad ciega? Ni que fuera su pareja y hasta eso, ahí también hay asegunes.
¿Qué tan necesitados están Mario Delgado y Marcelo Ebrard para quitarse de encima el fantasma de un empoderamiento pleno, que tiene que llegar a esos extremos Mario Delgado? Triste caso. |