Las ventas de la ANTAD también se recuperan a paso lento y la producción industrial en México apenas y tiene ligeros incrementos.
Y en medio, la pandemia, el COVID-19 que no cede terreno y que hace crecer el sospechosismo de que las cifras oficiales no cuadran con la realidad del país y que la estrategia (si es que a eso se le puede llamar estrategia) no está funcionando. La cifra de muertos se encamina a los 90 mil oficiales pero los estimados por la propia SSA ya casi rondan los 100 mil.
Marchas, plantones, mítines. Un recuento interminable de problemas que desquician a la capital del país. Taxistas vs Uber; los de la Marina tomando el Senado de la República; Feministas y sus marchas; la toma de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; la guerra por el agua en el Norte del país; la extinción de los Fideicomisos y la rebelión de los Gobernadores; el robo de las medicinas contra el cáncer; la inseguridad lacerante que descubre las miles de cabeza de la hidra cada que cae un capo. Todas las buenas cuentas gubernamentales caen cuando se comparan y se ven sin la contraluz de los gobiernos neoliberales y corruptos. No se ve la salida, no se ve cómo ni por dónde, pues al parecer las buenas intenciones de barrer de arriba para abajo no son suficientes.
Todo lo anterior importa más que la inocua solución de las disputas en las redes sociales generadas por la visita de Beatriz Gutiérrez al viejo continente. Mientras el pueblo se distraiga con minucias el único ganón es el Gobierno que le roba tiempo al tiempo de cara al proceso electoral en ciernes. |