- Ok, pues date prisa -inquiere la joven.
- Sí, claro, esperaré con más velocidad.
Bueno, pues la respuesta que prepara el Gobierno de México ante la posibilidad de un rebrote de COVID-19 pareciera ser la misma.
El Secretario de Hacienda, Arturo Herrera adelantó que en caso de un rebrote no se cerrará la economía como se hizo en abril y mayo, “sino que tomará acciones de cautela”. ¡Ah caray! ¿Acciones de cautela? ¿Le dirán a la población “cuídense aún más”?
Es cierto que nadie quiere que se vuelvan a cerrar los negocios, cuando menos los que debieron cerrar y sí lo hicieron. Pero también es cierto que miles, cientos de miles (sobre todo pequeños y micro negocios) que debieron cerrar en verdad nunca lo hicieron.
Lo que está pasando en Europa es un claro ejemplo de lo que puede pasar en México. Europa reabrió sus actividades y se confió, los jóvenes volvieron a la vida social e incluso las escuelas se abrieron, pero el COVID-19 nunca se fue, quedó allí, latente, esperando el descuido para saltar nuevamente sobre los hombres.
Lo que no se entiende es en qué tipo de país piensan las autoridades que vivimos. Se han cansado de decir que las expectativas se cumplirán sí y solo sí se siguen las medidas de contención, pero parece que no salen de su burbuja y no se asoman a las calles en donde la gente ya volvió a sus actividades normales. Todo, casi todo ha reabierto salvo las escuelas.
El gobierno le apuesta al ejercicio del gasto, la inversión y facilidades de liquidez con la banca. “No hay flexibilidad en el esquema fiscal ante una eventualidad por la segunda oleada de COVID, de ahí que se esté dando mayor margen en el gasto destinado a salud y a la adquisición de vacunas para frenar la propagación de la enfermedad en los siguientes meses”, indicó Herrera.
O sea, el apoyo directo a los contribuyentes será el mismo… nada, cero. |