Ayer el presidente de la Fundación Colosio del PRI de Veracruz, Renato Alarcón Guevara, como pocas veces lo hace, se destapó... pero no para la alcaldía de Emiliano Zapata, sino en sus conceptos filosóficos y explicativos acerca de las alianzas electorales y de la no propiedad de la agenda medioambiental del Partido Verde Ecologista.
En primer lugar se refirió al surgimiento de la alianza en ciernes entre el PAN-PRI-PRD. Dijo que su construcción se da ante la falta de rumbo del país y del Estado y que por ello están obligados –como priistas- a poder encontrar los puntos de coincidencia. “Lo que buscamos –dijo- es dar certeza a los mexicanos y a los veracruzanos de que estamos haciendo un esfuerzo por dejar de lado los intereses político partidistas, y estamos anteponiendo el principio fundamental, que es el interés de la nación y el interés del estado, al tiempo de asegurar que no se trata de que los priistas nos volvamos panistas ni que los panistas se vuelvan priistas o los perredistas alguno de los dos, lo que tratamos es de construir una alianza electoral, no es una alianza ideológica.
Pero el punto culminante en el discurso del presidente de la Fundación Colosio fue el negar que el Partido Verde Ecologista Mexicano tenga la exclusividad de la bandera medio ambiental, puesto que “si nos remitimos a su historia -el Verde Ecologista- siempre ha sido un aliado del poder en turno, en su momento lo fueron del PRI, luego del PAN, luego del PRI de nuevo, y ahora en Morena, por eso sus propuestas medio ambientales quedan rebasadas, por eso no es una prioridad el respeto al medio ambiente en sus negociaciones”. ¿Es decir que el Verde ha dejado en el camino su razón de ser y se ha convertido en un partido electorero y mercenario? ¿Eso quiso decir Renato?
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