Luego del la “pifia” en el cálculo del costo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, no son pocos los que esperaban la renuncia del Auditor Superior, David Colmenares Páramo y de Agustín Caso Raphael, Auditor Especial de Desempeño.
El primero por ser el principal responsable de lo que se hace en la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y el segundo porque aunque es un funcionario de tercer nivel, él fue el encargado de dar a conocer y realizar el cálculo.
David Colmenares se retractó inmediatamente del mal cálculo y con eso le hizo un daño irreparable a la ASF, donde demostraron no saber trabajar bajo presión, así haya sido de la Presidencia de la República o de sus patrones de la Cámara de Diputados, a quienes les correspondería solicitarles la renuncia por pérdida de confianza.
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