Según las cuentas del INEGI, la inflación en marzo alcanzó su mayor nivel en 27 meses. Es decir, pudiera ser que los lazos con los que la 4T ató los precios al consumidor empiezan a aflojar y cuando eso sucede, agárrese, porque luego el proceso inflacionario es casi imposible de detener.
Es decir, la inflación anual se ubicó en 4.67%, la mayor tasa desde diciembre del 2018 y apenas vamos en el cuarto mes.
Sin embargo, dado que el país depende mucho de las relaciones comerciales con otros países, pues aún hay mucha dependencia de lo que se compra en el extranjero, vale la pena señalar también que el peso mexicano se está comportando muy bien ya que por ejemplo al día de hoy se cotiza en su menor nivel con respecto a los últimos dos meses al ser intercambiado en 20.09 pesos por dólar. Además de que en los mercados internacionales, por ahora, hay buenos síntomas de estabilidad en las tasas de interés de corto plazo.
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Si bien el tema aún no es como para espantarse -pues el país ha vivido épocas en que los precios subían tanto y que el gobierno se vio en la necesidad técnica de quitarle ceros al peso- en México se han vivido épocas de angustia cuando prácticamente había que llevar un canasto de pesos para pagar la despensa del día.
Y se dice que no es como para alarmarse pues el índice nacional de precios al consumidor subió apenas el 0.83% con respecto al mes de febrero de este año.
Sin embargo, cuidado, no sea que se suelte el tigre.
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