Además, Sarmiento sirvió durante muchos años a gobernantes priistas como inamovible en el área de espionaje especializado, radio, TV y medios impresos, además de contar con amplios presupuestos para contratar ojos y oídos que se mezclaban e infiltraban en bares, cafés y restaurantes para hacerle llegar lo que se manejaba en el medio en contra del gobernante en turno.
Y es que muchos se preguntan a qué santo se ha encomendado este personaje que ocupa actualmente la Subdirección de Atención de Emergencias del C4 -¿A qué creen que se dedica?-, que de nuevo dispone hasta de influencias como para colocar en sitios de honor en la planilla de Morena a su querida hija Helen Sarmiento.
Claro, lo que es público es que Helen entró como posición de la actual diputada federal por Xalapa, Dorheny García Cayetano, (Alguna excusa debía haber) pero lo que no se explican los fundadores de Morena es que no hayan tomado en cuenta los antecedentes de su progenitor al momento de decidir incluirla en una posición privilegiada.
Lo mismo ocurre con Aníbal Pacheco, priista de toda la vida, quien va igualmente en una posición de ensueño en la fórmula de Morena a la alcaldía de Xalapa.
Bien dicen, “suerte te dé Dios, que lo demás no importa”.
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