Es por ello que cuando el gobernador de Veracruz afirma que el Estado empieza a figurar entre los más seguros del país (de acuerdo con las cifras oficiales del INEGI) habría que destacar la importante disminución delictiva que se dio por cada cien mil habitantes durante 2020.
En cifras similares a las del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la entidad registró poco más de 30 mil 600 actos ilícitos contra los 37 mil 807 de 2018; asimismo, una baja en la tasa de víctimas con 23 mil 520 en 2020, en comparación con las más de 28 mil 200 al término de la pasada administración. Por si fuera poco, entre marzo y abril del presente año, Veracruz se ubicó 6% por encima de la media nacional.
En 2018 Veracruz era el número 22 a nivel nacional en cuanto al sueldo del personal policial y hoy se ubica entre los 10 primeros del país, con un incremento salarial del 27.6%; el sueldo del que menos ganaba pasó de 12 mil 159 a 15 mil 895 pesos mensuales, lo que dignifica el trabajo policial y el bienestar de las familias que dependen de ello.
Hay que entender que lo anterior no quiere decir que no sucedan delitos, sino se empieza a revertir la tendencia a la alza que Veracruz traía en los últimos años.
Sin duda que falta mucho por hacer, como bien lo acepta el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, pero en la prevalencia como en la incidencia, Veracruz es la segunda entidad mejor posicionada del país, sólo debajo de Chiapas, dentro de los delitos del fuero común. | 
