De acuerdo con la encuesta publicada el pasado 5 de agosto por el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), Veracruz redujo la pobreza en un 2.2%, y aunque es un porcentaje que pudiera parecer menor, hay que destacar que Veracruz es el primer estado a nivel nacional con el mayor abatimiento porcentual de la pobreza.
Extrañamente algo que es tan importante no había sido presumido como debiera y se demoraron un poquito en hacerlo, parecía un tema celosamente guardado por el modesto ingeniero mecánico titular de SEDESOL de Veracruz, Guillermo Fernández Sánchez y su equipo de comunicación.
Sin embargo, el tema no es menor, pues haber colocado a Veracruz por encima de la media nacional de abatimiento de la pobreza no es cualquier baba de perico.
Bajar de 4.78 millones de veracruzanos en pobreza moderada que dejaron de herencia los gobiernos de Miguel Alemán, Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares a un 4.75 millones en el 2020 podría no parecer la gran cosa, pero bajó y aparte se detuvo la inercia a la alza.
Por otro lado, en el caso de la pobreza extrema en el 2018 había 1.28 millones de veracruzanos y al 2020 bajó a 1.13 millones, o sea un 2.2 por ciento cuando la media nacional fue de una disminución del 1.5%.
Es obvio que lo anterior se debe a la estrategia de desarrollo social que aplica el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, al destinar amplios recursos hacia las zonas de alta prioridad y muy alta marginación, acciones que no se ven pero que impactan ahí donde deben verse los resultados.
El tema por supuesto que ameritaba que se le convirtidera en el punto central de la Conferencia de prensa de hoy, y seguramente pronto escucharemos a políticos desde el Altiplano ratificando o presumiendo ese gran logro.
Lecheros y banderillas dulces hasta la oficina del Secretario de la SEDESOL de Veracruz, quien como por arte de magia despertó de su letargo y cacareó por fin un huevo. | 
