En primer lugar el periodista parte de una hipótesis por demás clara: “En su afán por conservar el municipio más rico de la entidad los Yunes Linares-Márquez violaron la ley hasta hartarse. Miguel Ángel Yunes Márquez, que fracasó en su intento por llegar a la gubernatura, quiso suceder a su hermano Fernando en la presidencia municipal del puerto jarocho”.
Y no para rematar, porque son más las conclusiones, Bernardo Gutiérrez Parra agrega en su columna: “Una prueba de esa civilidad hace falta por estos rumbos. Es preferible otra elección a que se instale en la presidencia municipal de Veracruz una señora que, con el debido respeto a su condición de mujer, será una marioneta manejada por su marido Miguel Ángel, su suegro del mismo nombre y su cuñado Fernando”.
Vale la pena leer completo el análisis, lo invitamos a leer a Bernardo Gutiérrez Parra y su columna completa aquí. |