En política no hay islas, se deben tender los puentes necesarios principalmente con las fuerzas de oposición. La 4T llevaba casi tres años estableciendo desde el Palacio de Cobián, un monólogo sordo en la Secretaría de Gobernación, que no abonaba en nada a la gobernabilidad y la generación de acuerdos.
Ir hacia adelante sin consensos, genera resentimiento y discordia. Todas las fuerzas deben ser escuchadas y también el poder necesita ser escuchado.
Por eso, lo que se dio esta mañana en las oficinas del Secretario de Gobierno, Adán Augusto López, puede ser un parteaguas en la relación del gobierno con la oposición, y el comienzo de acuerdos que permitan avanzar hacia una transformación del país que incluya a la mayoría.
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Lo anterior, por supuesto, tampoco es fortuito ni gratuito. La 4T no tuvo en los primeros 3 años del gobierno de AMLO la necesidad de negociar nada en la Cámara de Diputados, pues los números le daban para enseñorearse y usar la aplanadora cuantas veces quiso. Ahora, sin la mayoría absoluta en San Lázaro, las reglas cambian y la necesidad de tender los puentes también.
Por ello la salida de Olga Sánchez Cordero, quien cumplió una labor que ahora está rebasada.
Adán Augusto López llega con la consigna de negociar, de escuchar, de tejer fino, y enfrente se encontró con un legislador que ya fue también Secretario de Gobierno y que le entiende bien a la política. Santiago Creel Miranda y Adán Augusto López, han pactado la realización de varias mesas de trabajo, comenzando este miércoles 19 de enero con dos mesas para los temas de economía y la Reforma Eléctrica.
Serán encuentros al más alto nivel, en los que estarán presentes los Secretarios de Despacho. Rogelio Ramírez de la O, Rocío Nahle, Manuel Bartlett, Tatiana Clouthier, entre otros, se sentarán frente a los legisladores de oposición y tendrán que salir, por fuerza, acuerdos, puntos de inflexión y concordancias.
Definitivamente no es el escenario ideal que preveía AMLO… pero sin duda es el mejor camino.
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