Efectivamente, en el sector gubernamental la práctica de la corrupción no se ha detenido, muchos son los que les ha importado bien poco los llamados a la honestidad y estar enterados del propósito de combatir la corrupción.
A pesar de ello, se nota una ventaja, y es que funcionarios chicos y grandes han sido denunciados, ya sea mediáticamente, ya sea judicialmente.
¿Cuándo como hoy se le ha integrado carpeta de investigación en contra de un consejero o ex consejero jurídico de la Presidencia, como es el caso de Julio Scherer Ibarra y su presunto grupo de abogados que utilizaban su alto cargo y charola para obtener beneficios personales?
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Lo anterior solo por mencionar un caso importante actual… es decir, se investiga a un miembro de la 4T, que primero fue destituido de su cargo y luego dejado en manos de la autoridad fiscal por su propio jefe, el presidente de la República. Los demás casos, pudieran confundirse con persecución política, pero el de Scherer va mucho más allá y es una muestra de que el combate a la corrupción va en serio.
Sin embargo, aquí en Veracruz el ‘charolazo’ se sigue practicando, pero también denunciando. Así, el delegado de la SEP, José Miguel Martínez Hernández, tendrá que enfrentar denuncias de fraude presuntamente por ofrecer y recibir dinero a cambio de plazas en la institución.
El tema cobra fuerza pues no ha sido una sola persona ni ha sido un caso aislado el que se ha mencionado; se trata, según se ha publicado, de casi una docena de personas que han acusado al delegado de, presuntamente, entregarle 40 mil pesos desde el año pasado a cambio de una plaza en el magisterio, misma que nunca les entregó.
La pregunta es ¿quién va a investigar el caso, la fiscalía general del Estado de Veracruz, la Contraloría Interna de la SEP? ¿Quién?
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