Esta postura la retoman los analistas de lo que le escuchan a los diputados para los que trabajan, quienes se preguntan, ¿Para qué llegar al extremo de que le toquen la marcha fúnebre a la Reforma en público? ¿Para qué exhibir ante el país la derrota que le han sentenciado los diputados del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano?
En eso coinciden con Julio Hernández, autor de la columna Astillero, quien recomienda “retirar el dictamen con el menor ruido posible, y dejar que el manto de los festejos navideños mande al olvido el asunto pues sería un error dejar constancia de la sabida derrota en San Lázaro luego del extraordinario éxito de la figura presidencial en su marcha dominical”.
2.- MORENA y sus aliados deben dejar que el dictamen y la iniciativa de reforma se discuta el próximo martes en el Pleno, y así dejar la huella y la constancia de que la oposición es quien se opone a la reforma. Dejar que el pueblo conozca uno a uno las posturas de los partidos de oposición, pues eso les dejará peor que como están ante el electorado, pues sabido es el repudio que existe hacia los funcionarios del INE por los gastos excesivos que se reparten entre ellos y hacia los partidos políticos que se quedan con enormes sumas de dinero del presupuesto público en prerrogativas oficiales.
Esto es, primero dejar que la Reforma, plan A, sea derrotada en el Pleno por la oposición y después presentar las anunciadas reformas a las leyes secundarias que darían a sus promotores de Palacio similares resultados: evitar los desmanes administrativos en el INE; Bajar las prerrogativas oficiales a los partidos políticos; y disminuir el número de diputados plurinominales.
Los canillazos del día van para los que aún siendo adultos creen en los Santos Reyes Magos. |