Pero en el Estado de México pareciera que aún hay pelea.
Sin embargo, esa pelea parece ser más mediática que real, puesto que en las encuestas -71 encuestas- a tres semanas de la elección, la candidata de MORENA, PT y Verde Ecologista, Delfina Gómez, encabeza todas las mediciones de intención del voto sobre la priista Alejandra del Moral.
Alejandra del Moral reconoce ir abajo en las encuestas pero quiere vender otra cosa en sus mítines con el fin de animar a simpatizantes: “¡Ya la alcancé y le voy a ganar la gubernatura!”.
Sin embargo, en entrevistas serias Alejandra ha tenido que aceptar ir 6 puntos -unos 500 mil votos- debajo de Delfina Gómez, lo cual a menos de un mes de la elección parecieran muchos, pero muchos votos.
Quizá Alejandra del Moral olvida que en la elección del 2017 el priista Alfredo del Mazo le ganó la elección a Delfina Gómez por menos de 200 mil votos.
Alejandra del Moral ha caído en una especie de frío político pues existe en Toluca la fuerte versión de que el gobernador Alfredo del Mazo la ha dejado sola en su campaña; lo que la candidata le ha dado la vuelta a su favor al afirmar en entrevistas de TV que eso es lo deseable, que los gobernadores saquen las manos de las elecciones.
Pero el caso es que el inicial apoyo político que Del Moral recibió de la mayoría de exgobernadores priistas, a últimas fechas no se ha notado que sea real.
Y es que al parecer a Del Moral no le ha funcionado la intensa guerra sucia ejecutada desde el búnker de la Alianza “Va por el Estado de México”, mediante la publicación y distribución masiva a través de redes sociales de la llamada ‘Carpeta Púrpura’ en la que se destacan los puntos negativos -la mayoría inciertos y dudosos- de Delfina, así como las virtudes de Alejandra Del Moral, con el mensaje de guerra dirigido a priistas, panistas y perredistas de que ‘Si se pierde el EDOMEX se pierde todo México’.
Ahí, en la Carpeta Púrpura, se hace énfasis en que AMLO y sus morenos quieren acabar con la religión e incluso atentar contra los sacerdotes tal y como lo está haciendo su amigo el dictador Daniel Ortega en Nicaragua, al que AMLO jamás ha condenado. De ese tamaño es la guerra sucia.
Y pese a eso, y pese a todo… y pese a que Alejandra Del Moral asegura que ya alcanzó a Delfina, lo cierto es que ese 6 por ciento que acepta llevar de desventaja, en realidad bien podría ser entre un 10 o 15%, porque quién en su sano juicio aceptaría la realidad faltando tres semanas para la elección. | 
