Así de claro. Lo de Domingo Yorio no fue una rabieta de ocasión, fue congruencia y experiencia de más de 50 años de lidiar con gandallas.
Quizá -aseguraron los platicadores exdirigentes estatales priistas-, la decisión de Domingo Yorio se confunda con los vientos de ruptura que ya se cocinan en el interior del CDE, pero no, eso fue harina de otro costal. Aquí en Veracruz se oyen ruidos de un golpe de timón, planeado desde la oficina misma de Alito y cuya operación inició a caminar desde la reciente junta que tuvieron Lorena Piñón, Pepe Yunes y Américo Zúñiga. ¡Sin el Fofo!
La pregunta obligada fue: ¿Y ustedes como expresidentes, qué harán? Y la respuesta fue: ¡Que se maten solos!
Pero del tema, y completo, se lo comentaremos más adelantito en este espacio, porque está más que caliente y la leche a punto del hervor.
Los canillazos de la mañana son, desde luego, para aquellos que insisten adorar la vaca a la que ya le fue exprimida hasta la última gota de leche. |