Los demás colaboradores de Rocío Nahle podrían asegurar lo mismo que Ahued.
Se sabe que nadie es perfecto, ni va para allá, pero cuando alguien ha guardado con esmero su comportamiento tanto social, como familiar y sobre todo en el servicio público, es difícil que se le pueda involucrar a la ligera en asuntos fuera de la ley.
Es el caso del Secretario de Gobierno Ricardo Ahued Bardahuil a quien de la nada la salió un supuesto sobrino que al verse involucrado en un incidente vial sacó a relucir el nombre y apellido de Ahued, con el avieso fin de burlar a la justicia y charolear a los agentes de tránsito en el que se había visto involucrado.
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Esta persona, luego de golpear con su vehículo a un motociclista en la Avenida Lázaro Cárdenas en Xalapa, sacó a relucir prepotentemente el ser sobrino del Secretario de Gobierno sin presentar en ese momento documento alguno que lo acreditara, pero el escándalo de inmediato circuló y se convirtió en el tema de café y de los círculos de las malas lenguas.
Desde Luego que al llegar el tema a oídos del Secretario de Gobierno, Ricardo Ahued, este negó tener pseudo parientes prepotentes, "ni a mis hijos, se los permito". Ni a mis hijos se los permito, ni a mí mismo, hemos tenido una trayectoria familiar atendiendo con respeto, cariño y sencillez a la población de Xalapa", respondió.
Y hay que tener cuidado al leer lo declarado por Ahued, pues él no negó que el sujeto irresponsable haya sido algún pariente directo o lejano que al no tener el valor de enfrentar los hechos, buscó evadir la justicia al estilo antiguo: charoleando a las autoridades.
Es decir, Ahued no negó que el sujeto pueda tener alguna relación familiar con él, lo que dijo fue “"Lo que yo les puedo confirmar, es que ni parientes, ni pseudo parientes, ni mis hijos, ni mis tíos, ninguno de mis parientes va a ser quienes estén avalados por un servidor para cualquier tipo de prepotencia o anomalías", sentenció.
O sea, sea o no su pariente en el grado que sea el presunto infractor, no será avalado por él y menos evitar la acción de la justicia.
Y, además, porque con ello garantizó que nadie de su familia, ni de sus colaboradores, ni de su equipo de trabajo, se le ha tolerado, ni se le tolerará que tengan un acto indebido o una conducta inadecuada ante la población.
Lo anterior fue una muy buena, honesta, precisa y necesaria aclaración.
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