Adaptar la moda al ritmo y al estilo de vida, ese reto. Pongamos que viajas y no viajas sólo por placer, que tienes que viajar por cuestiones de trabajo, que te pasas la vida en la carretera, en trenes de alta velocidad y en aviones. Pongamos que cada día te toca una ciudad diferente, Londres, Miami, Berlín, Barcelona, Cartagena, Milán, Nueva York… Si es así una de las cosas que más tienes permanentemente en la cabeza es la maleta. Esa maleta que te tienes que hacer y deshacer permanentemente. La vida moderna, se decía antes. Pues Ermenegildo Zegna se plantea lo mismo y cómo resolverlo. Una segunda piel: Second Skin, más exactamente.
Haces la maleta, deshaces la maleta, te vistes para una reunión, te vistes para estar cómodo, para salir a cenar o pasear. Y lejos de casa, lejos de todo tu armario. ¿Cómo te las apañas? Con una colección de básicos que van y vienen. La maleta de Second Skin de Ermengildo Zegna se plantea todos los retos, ser tú, estar cómodo, ir perfecto, con lo mínimo y con lo máximo. Una maleta perfecta, un auténtico armario de viaje que no te amargue la vida, equipaje de mano, a ser posible, para no perder el tiempo esperando en la cinta tu maleta facturada.
Una colección práctica y cómoda, con un estilo cosmopolita y dinámico. Y muy completa. Del traje a la ropa más informal, tejidos ligeros y modernos, dos chaquetas de lana y seda, polos, vaqueros, zapatos clásicos que van con todo y los complementos básicos necesarios para cualquier situación. Práctico y cómodo, decíamos, tanto que se pueden combinar de mil maneras, como en aquellos cuentos de nuestra infancia en el que intercambiabas la ropa pasando las tiras de cada altura del cuerpo. Marrones, azules, blancos, negros… siempre combinado, siempre elegante, siempre perfecto, siempre en el modo adecuado.
Porque más allá del concepto, de los tejidos ligeros, de las líneas clásicas y los elegantes colores de un trotamundos con mucho estilo, lo que tiene la colección Second Skin es que es más de ese Ermenegildo Zegna que siempre encuentra el modo de responder a las necesidades de nuestro fondo de armario. Incluso si no viajas. |
