“Fue un hallazgo totalmente inesperado”, admite el coautor principal, Akiko Iwasaki, profesor de Inmunobiología y Biología Molecular, Celular y del Desarrollo de Waldemar Von Zedtwitz e investigador del Instituto Médico Howard Hughes.
El proyecto de investigación fue una creación de dos aprendices: uno que trabajaba en el laboratorio de Iwasaki y el otro con la coautora principal Visha Deep Dixit, la profesora Waldemar Von Zedtwitz de Medicina Comparada y de Inmunobiología.
Ryan Molony trabajó en el laboratorio de Iwasaki, que descubrió que los activadores del sistema inmunitario llamados inflamasomas pueden causar respuestas dañinas del sistema inmunitario en su huésped. Por su parte, Emily Goldberg trabajó en el laboratorio de Dixit, que había demostrado que la dieta cetogénica bloqueaba la formación de inflamasomas.
Los dos se preguntaron si la dieta podría afectar la respuesta del sistema inmunitario a los patógenos como el virus de la gripe.
Demostraron que los ratones alimentados con una dieta cetogénica e infectados con el virus de la gripe tenían una tasa de supervivencia más alta que los ratones con una dieta normal alta en carbohidratos. Específicamente, los investigadores encontraron que la dieta cetogénica desencadenó la liberación de células T gamma delta, células del sistema inmunitario que producen moco en el revestimiento celular del pulmón, mientras que la dieta alta en carbohidratos no.
Cuando los ratones fueron criados sin el gen que codifica las células T gamma delta, la dieta cetogénica no proporcionó protección contra el virus de la gripa.
“Este estudio muestra que la forma en que el cuerpo quema grasa para producir cuerpos cetónicos a partir de los alimentos que comemos puede alimentar el sistema inmunológico para combatir la infección de la gripe”, detalla Dixit.
Con información de AFP. |