El Consejo de Estado francés autorizó a una mujer española a utilizar el esperma congelado de su marido, fallecido de cáncer el año pasado, para iniciar un proceso de inseminación, en una resolución sin precedentes en Francia que tiene en cuenta las circunstancias extraordinarias de este caso. La demandante, Mariana Gómez, vivía en París con su marido, Nicola Turri, de nacionalidad italiana, cuando éste decidió congelar el esperma, antes de comenzar un tratamiento de quimioterapia. La mujer vive ahora en Málaga y, desde España, ha defendido judicialmente su derecho a recuperar los gametos para poder inseminarse. La ley francesa establece que los dos miembros de la pareja deben estar vivos para iniciar un proceso de este tipo, pero el Consejo de Estado ha zanjado este martes el debate teniendo en cuenta las "circunstancias específicas" de este caso y la muerte prematura del marido. De esta forma, ha autorizado el traslado del esperma a España, que sí permite la denominada "inseminación post mortem", según 'Le Fígaro'. El Consejo ha argumentado que, prohibir la "exportación", supondría "un ataque manifiestamente excesivo del derecho a respetar la vida privada y familiar". El abogado de la viuda, David Simhon, ha celebrado la "decisión extraordinaria". Ahora, confía en que "los gametos sean transferidos los más rápidamente posible para que Mariana pueda continuar su proyecto parental", ya que en España la inseminación post mortem sólo cabe en el año posterior al fallecimiento, por lo que el plazo expira el 10 de julio. Esto fue publicado por la Cadena SER, luego de una entrevista de televisión y también en el Diario El País.
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