Su paso es lento, parece que no tiene prisa por llegar, enfundado en una playera azul, un pantalón de mezclilla y una gorra, mientras carga al hombro una pequeña mochila, camina pegado a una barda para cubrirse un poco del sol, ya ha recorrido más de 10 kilómetros, busca trabajo y aún no encuentra, es Everardo Hernández Jiménez, un obrero de Villa Allende. Como Everardo, diariamente en la zona industrial de Coatzacoalcos realizan esa caminata más de trescientas personas de Villa Allende, algunos jefes de familia, otros solteros, su único objetivo es llevar a casa algo de comer producto de su trabajo. “No hay nada de prosperidad en la casa, yo busco trabajo de albañil, pero no encontramos, hubo un trabajito como de 20 días en el muelle, pero ya se acabó”, dijo Everardo. “A veces tenemos problemas porque todo esta caro y la esposa y los niños eso no saben, tenemos que buscar para llevar comida”, enfatizó. DE TODOS LADOS No solo de Villa Allende, también de Mundo Nuevo, del ejido Lázaro Cárdenas, ejido Cangrejera y varias colonias de Coatzacoalcos, diariamente centenares de personas recorren los complejos, a veces a pie, en ocasiones aprovechando un rai, en espera de que alguna empresa los contrate. La camina comienza en el Complejo Morelos, sigue en Clariant, luego en el complejo Cangrejera, de allí en el Complejo Pajaritos, en las puertas de Clorados III; la última esperanza es en la rehabilitación de lo que antes fue Agronitrogenados, hoy propiedad de Pemex. LLEGAN EN VEHICULOS Son las 8:45 de la mañana y en la portada del área de conocida como Agros, por Agronitrogenados, unas setenta motocicletas permanecen estacionadas, también hay automóviles de modelo atrasado, algunos lucen en buen estado y otros un poco deteriorados, suman más de ochenta vehículos, sus propietarios, buscan trabajo en ese lugar. A lo sombra que da una barda, se cobijan del sol más de trescientas personas, otros se sientan en “bola” sobre una pequeña barda, pocos compran en los puestos de antojitos; todos esperan que alguna de las compañías que ahí laboran requieran de sus servicios. Este, es el último punto de esperanza para Everardo, estará ahí hasta la una de la tarde, si no es contratado, mañana nuevamente emprenderá su caminata en busca de empleo. EXPLOTACIÓN Conseguir empleo es la meta, sin embargo de esa situación se aprovechan algunos dueños de compañías, quienes contratan a los obreros por una o dos semanas, no les dan herramientas ni equipos de trabajo como overoles, casco protector, zapatos, mascarillas y menos seguro social. “Es un engaño para la gente, hay empresas que te meten al trabajo una, dos, tres veces, pero no hay seguro, no dan prestaciones, ni nada”, dijo un obrero llamado Pedro. Además, los trabajadores están expuestos a accidentes de trabajo, ya que levantan bloques, suben andamios, pintan bardas, llevan herramientas y más. LA ESPERANZA En la portada de Clariant, decenas de obreros también esperan una oportunidad en una de las compañías contratistas que realizan ahí alguna obra. Cada vez que una persona con casco se acerca a la reja, decenas de obreros se acercan para ver si hay “chamba”. LAS MUJERES Pero la búsqueda de empleo no es privativa de los hombres, también las mujeres salen de sus hogares a buscar trabajo en los complejos. En el acceso principal al Complejo Cangrejera, encontramos un grupo de más de 50 mujeres, algunas ingenieras egresadas de la Universidad Tecnológica de Nanchital, otras del Itesco, entre ellas paramédicos, especialistas en contraincendios, cocineras, ayudantes. Otras aseguran tener carreras truncas en la Universidad Veracruzana y otros más con preparatoria terminada, secundaria y hasta primaria. La mayoría no rebasa los 35 años de edad. Algunas están sentadas en la banqueta cubriéndose del sol con una sombrilla, mientras que otras hacen junto con algunos hombres “bolita”, mientras cuentan chistes y ríen, varias señalan que no quieren hablar. Margarita Morales, quien es delegada sindical de la CTM, dice que ahí no hay lista para favorecer con trabajo a quien llegue primero, lo que importante es la constancia, que hagan presencia para que cuando una compañía requiera personal ingresen. Por eso diariamente estas mujeres llegan al acceso del Complejo Cangrejera provenientes de Nanchital, Coatzacoalcos, Ixhuatlán del Sureste, Santa Cecilia y Moloacán. MIGRACION
Aun cuando la esperanza de ser contratadas no muere, las jóvenes señalan que varias de sus amigas y compañeras han emigrado a otros estados del país en busca de trabajo. “Varias se han ido, se van a Monterrey, a Coahuila, Baja California, Tijuana, Cancún, Matamoros, Tula, por su cuenta y allá encuentran trabajo y se quedan”, dijo Martha. La espera de empleo es paciente, permanecen en la portada de Cangrejera hasta las dos de la tarde y si ese día no hay trabajo, ya habrá, dicen. LA CASETA Pero en el acceso principal a Cangrejera también hay hombres que buscan trabajo, allí está Armando Gómez, el pertenecía a uno de los grupos que tomó durante ocho meses la caseta del puente de Coatzacoalcos Uno. “A veces nos daban como 600 pesos a todos y nos los repartíamos, éramos veinte, no crea que la gente nos daba mucho, pero eso nos servía para que en la casa hubiera comida”, refirió. “Cuando nos quitaron, fuimos al palacio a Coatzacoalcos y nos dijeron que nos darían apoyos, anduvieron censado ahí en Mundo Nuevo, pero no nos ha llegado nada”. “La situación está muy difícil, la familia tiene que comer, no tenemos seguro, aquí esperando empleo llevo desde que comenzó el año y aún no hay nada”, expresó. EL GOBIERNO Para el delegado de política regional en la zona sur, Roberto García Alonso, el desempleo es una situación difícil, aunque dice que no es privativo del estado de Veracruz. Dijo que hay un compromiso del Gobierno del Estado de dar capacitación a quienes tomaron la caseta y llevarlos al Servicio Nacional de Empleo. El funcionario confía que con las Zonas Económicas Especiales se reactive la economía del estado de Veracruz. Sin embargo, la llegada de empresas dentro de las llamadas ZEE, podría a aterrizar hasta después de este año. SON JOVENES LOS QUE VAN AL SNE Jorge Martin Patiño Martínez, coordinador del Servicio Nacional de Empleo en la zona, dice que son jóvenes entre 18 y 22 años, los que más buscan empleo en esa oficina de gobierno, ya que acaban de terminar una licenciatura o la preparatoria. Diariamente en la oficina del SNE acuden entre 30 y 40 personas, la mayoría jóvenes, estos no buscan un puesto jerárquico alto, lo que quieren es un salario mínimo quincenal de entre 2 mil y 3 mil pesos quincenales, sueldo que según dice el funcionario, para un joven que acaba de egresar, es un poco más difícil de encontrar. Patiño Martínez, dice que para contratar las empresas toman mucho en cuenta la experiencia. OPORTUNIDADES Actualmente, muchas de las oportunidades laborales están en los estados fronterizos del país, en días pasados llegó una compañía japonesa, que contrató a 120 personas para laborar en una ensambladora en Coahuila. “Los sueldos que ofrecen a veces son más altos que los de la región y prestaciones que aquí no hay, por ejemplo los van a capacitar”, mencionó el coordinador del Servicio Nacional de Empleo. En esta región, las empresas que más ofrecen vacantes para tiendas de conveniencia. Sobre los obreros de las industrias, el titular del SNE, dijo que a veces los obreros buscan empleo en las oficinas, ya que no todos son sindicalizados. En las mismas oficinas del SNE, es raro que un profesionista de 28 años en adelante busque empleo, porque ellos ya cuentan con experiencia, a lo mejor de 10 personas son tres. CIFRAS De acuerdo a un estudio presentado por la Subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral del Veracruz, con fecha enero del 2017, de la población económicamente activa en el estado de Veracruz, hasta el tercer trimestre del 2016 era de 33% son mujeres y 67% son hombres. Sobre la población desocupada en ese mismo periodo, 24% son mujeres y 76% son hombres, en referencia al tercer trimestre del año 2000, cuando 44% de las mujeres estaban desocupadas y 56% de los hombres.
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