Elementos de la Fuerza Civil y Secretaría de Seguridad Pública tomaron el control de la vigilancia en este municipio luego de que la tarde del jueves se detuviera a un presunto asaltante y por noche la población acusara a los elementos de estar coludidos con delincuentes.
Los hechos se iniciaron alrededor de las 17:30 horas, cuando a dos cuadras del centro de la cabecera municipal dos trabajadores de mototaxis reconocieran a un presunto asaltante.
Los mototaxistas la emprendieron a golpes contra el joven, a quien entregaron a la policía municipal, ingresándolo a la comandancia.
Media hora más tarde, un promedio de 30 mototaxistas llegaron a palacio municipal para vigilar que no se fuera a dejar al inculpado en libertad.
Cinco trabajadores más que habían sido objeto de asaltos entraron para ver al detenido, reconociéndolo tres de ellos por ese delito.
Para entonces se juntó más gente en el lugar, aproximadamente 100 pobladores entre mujeres, hombres y niños.
El presunto delincuente, que responde a las iniciales de IVG, con domicilio en Chicola, municipio de Mariano Escobedo, fue trasladado a la Fiscalía Regional en Orizaba a las 20:15.
Los afectados también se trasladaron para poner la denuncia correspondiente.
Apenas se había retirado la patrulla cuando dos personas ajenas a la localidad que se encontraban entre la gente fueron encaradas por los mototaxistas, quienes comenzaron a golpear a uno de ellos, en tanto que el otro logró escapar.
El agredido se identificó como tío del muchacho que había sido trasladado a la Fiscalía y dijo ser empleado en un autolavado ubicado frente a la ESBO en Orizaba, pero algunas personas dijeron que los habían visto en el pueblo merodeando.
La multitud, ya de más de 100 personas para entonces, exigió entonces que también fuera detenido, por lo que al lugar arribaron elementos de la SSP y se lo llevaron detenido.
Pese a ello, la población permaneció frente al palacio municipal y la comandancia, lanzando ocasionalmente insultos a los policías municipales, a quienes acusaban de estar coludidos con delincuentes.
Cerca de las 10 de la noche un joven comenzó a lanzar piedras hacia una patrulla municipal, lo que generó que otros jóvenes hicieran lo propio, volcando una camioneta, luego otra patrulla más, las que amenazaban con incendiar.
Cinco policías municipales, tres hombres y dos mujeres, permanecían resguardados en la comandancia.
Pasadas las 22 horas, la gente comenzó a tocar las campanas de la iglesia, lo que generó que llegaran más personas, quienes lanzaron un cohete a la comandancia y luego de varios intento, a empellones lograron abrir el portón alrededor de las 22:40 horas.
Cerca de las 23:30 horas, el delegado de la SSP entró a la comandancia para rescatar a los cinco elementos municipales, a quienes se llevarían a Xalapa para investigarlos, tras lo cual se retiró la población.
Este día se informó que por indicaciones superiores, la Fuerza Civil y SSP tomarían el mando de la seguridad, lo cual aceptó la gente. |
