En el documento se pide a los alumnos que, en caso de ver a militares o soldados cerca de las instalaciones de la escuela, mantengan la calma y avisen lo antes posible al personal docente. Para los casos de riñas con armas de fuego o el despliegue de un operativo militar o policial en las inmediaciones, se recomienda resguardarse en lugares seguros como aulas, bibliotecas, talleres o laboratorios.
“Estos protocolos resultan sumamente necesarios y útiles para poder gestionar las situaciones de riesgo para la seguridad que pueden surgir como parte de la cotidianidad de un plantel, considerando las necesidades de los distintos subsistemas que integran el tipo medio superior”, señala el documento conocido el miércoles.
El manual también incluye indicaciones sobre cómo actuar en caso de que haya una persona armada dentro del colegio, sea un alumno, maestro o personal ajeno a la escuela. A los docentes y directivos se les pide permanecer dentro de las clases, ordenar a los estudiantes que se recuesten en el suelo bocabajo, que apaguen las luces del aula y permitan con precaución la entrada de los alumnos que estaban fuera en el momento en que se avisó de la contingencia.
El documento recomienda: “Cerrar la puerta con llave o atrancarla con el escritorio o sillas. Hacer un pase de lista de las y los alumnos que se encuentren en el salón. Procurar mantener calmados a los estudiantes, especialmente a los que tengan crisis nerviosas. Informar al director —vía celular u otro medio electrónico— si una o un estudiante ha sido herido, ha fallecido o necesita apoyo médico”.
Ante el repunte en la ola de violencia que se vive en todo el país, en otras zonas del país se suman a las recomendaciones por escrito de la SEP los simulacros con policías reales equipados con armas sin balas para enseñar a los alumnos cómo comportarse. Estos simulacros no son siempre bien vistos por los padres, quienes denuncian que aquellos ejercicios crean alarma entre la comunidad educativa, tal y como sucedió en Baja California Sur en el mes de octubre en escuela de primaria.
Según cifras oficiales del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el 13% de los alumnos no se siente seguros en sus colegios. El informe presentado en diciembre por este organismo autónomo señala que el 25% de los docentes han presenciado en el último año la venta o el consumo de drogas y alcohol dentro de las escuelas y el 49% de los directores han visto hurtos y violaciones en las inmediaciones de sus centros.
Lo anterior fue publicado por Jacobo García/El País
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