A pregunta de si los inspectores estadounidenses podrán, gracias al nuevo tratado, presentarse en fábricas en México para verificar que se cumplan las normas laborales, el congresista Richard Neal respondió con un sí tajante. Era una de las demandas clave de los sindicatos. “Hemos conseguido un acuerdo que puede apoyar con orgullo la clase trabajadora”, declaró Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO.
Las violaciones al tratado, afirmó, tendrán consecuencias serias. Neal insistió que las negociaciones fueron de buena fe aunque admitió que en algunos momentos fueron muy duras. “Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar”, concluyó, reiterando que nuevo tratado será “significativamente mejor que el Nafta” no solo en cuestiones laborales, sino también en medio ambiente y el sector farmacéutico.
“El acuerdo original no era aceptable”, insistió Pelosi, “había que modificarlo”. Una delegación de legisladores demócratas viajará a México para reunirse con el presidente López Obrador para presentar los cambios. Después a Canadá. El pacto se anunció con el proceso de destitución de Donald Trump entrando en una fase decisiva. “No sabíamos que día iba a producirse el acuerdo”, sostuvo.
Para llegar a la ratificación, el Gobierno mexicano impulsó este año una reforma laboral para mejorar las condiciones de los trabajadores, además prometió el desembolso de 900 millones de dólares en los próximos cuatro años para cambiar el sistema de justicia laboral. López Obrador también garantizó a los legisladores estadounidenses que el salario mínimo en México aumentará al menos un 2% por encima de la inflación cada año.
Tanto Pelosi como Neal repitieron que el acuerdo comercial que les presentó Trump era “profundamente defectuoso” y que gracias que se mantuvieron firmes en la negociación lograron mejorarlo. Entre los otros puntos en los que obtuvieron lo que buscaban citaron la eliminación de la provisión que protegía a las farmacéuticas en nuevos medicamentos biológicos y cambios en los panales de disputas.
Los demócratas insisten en que tanto México como Canadá accedieron a los cambios que plantearon y que eso permitirá que el tratado funcione “infinitamente mejor” para los trabajadores de EE UU que la propuesta que les presentó el presidente Donald Trump. La rueda de prensa de Pelosi, acompañadas por los negociadores demócratas, se produjo dos horas antes de la firma en Ciudad de México. López Obrador, además, tenía previsto una conversación telefónica con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El presidente Donald Trump acudió a las redes sociales para decir que el TMEC será el "mejor y más importante acuerdo comercial" nunca antes logrado por EE UU. "Es bueno para todos", continuó, "agricultores, manufactureros, energía y sindicatos". "Lo más importante", concluye, "pondremos fin al peor acuerdo comercial, el NAFTA". El republicano llegó a amenazar como candidato con retirar a EE UU si no se modernizaba.
Fuente: El país. |