A pocos metros está el local de don Marcelino Rodríguez, con 42 años en el gremio, a quien le tomó unos segundos recordar que hace años ofrecía su producto envuelto en periódico o en bolsas de mandado y que no existía ningún problema. Ahora, comentó, es el cliente quien exige la bolsa en cualquier compra.
Gabriela Daza Gómez, una joven comerciante de ostiones, almejas y cangrejos, señala que esta medida impactará en sus costos. En un rápido cálculo mental asume que con 200 pesos adquiere alrededor de 35 kilogramos de bolsas. Con la nueva ley, en algún momento pensó utilizar costales de plástico, pero el costo por millar es de mil ochocientos pesos, lo cual “no me conviene”.
Un inmenso rollo de bolsa plástica se adelgaza a medida que Monserrat Ozuna despacha los pescados y explica que el gasto en bolsa es mínimo y cambiar por papel resultará igual de contaminante.
En este sentido, la Ley de Residuos Sólidos en la Ciudad de México establece que queda prohibida la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico por cualquier motivo.
Víctor Corona Tinoco, gerente jurídico de la administración de las pescaderías en "La Nueva Viga", reveló que la medida preocupa a todos porque el desconocimiento y la falta de precisión en la ley, podrían generar actos de corrupción.
Ante esta problemática, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del Gobierno de la Ciudad de México informó que trabaja en conjunto con las alcadías para capacitar a su personal para recorrer la Central de Abastos, mercados públicos, tianguis y unidades habitacionales, para atender dudas sobre la prohibición de las bolsas plásticas. |