Esto podría causar diarrea y, en plena pandemia de COVID-19, debilitar el sistema inmunológico. Así lo afirmó el investigador del Hospital Infantil de México y de Cornell University, Homero Martínez Salgado.
Aunque en general en México se considera que el agua de garrafones es más limpia que la de la llave, las muestras que arrojan restos fecales en muestreos de la CDMX arrojan lo contrario.
Y es que el estudio del IPN encontró también que el 30% del agua de purificadoras analizada dio positivo a microbacterias no tuberculosas. De la misma forma, 41.4% de las empresas embotelladoras no cumplen con los estándares oficiales establecidos en la NOM 201. En total, sólo 30 muestras pasaron la prueba, por lo que 3 de cada 4 garrafones de embotelladoras capitalinas no son seguros.
¿Agua de la llave o purificada?
En 2015, cuando fue publicado un estudio del agua purificada de la capital realizado por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN dirigido por el doctor Jorge Cerna, se encontró que el agua potable de la llave de varias alcaldías cumplía mejor con las normas de calidad que varias plantas potabilizadoras.
Hoy en día, el tema del agua y su purificación adquiere aún más relevancia en medio de los contagios de COVID-19. Pues una de las recomendaciones principales de los médicos es mantenerse hidratados.
Con información de El Sol de México, Milenio e Infobae.
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