Mencionó que varía el rango de edad en el que se presenta la enfermedad, pero se ha detectado que dichas afecciones son más frecuentes en personas mayores de 45 años, debido a cambios del cristalino (mecanismo que sufre alteraciones en su poder refractivo para poder leer) y en su transparencia.
Tostado González afirmó que para atender esta patología, el IMSS cuenta con tratamientos a base de lubricantes tópicos, antiinflamatorios e inmunomoduladores.
Para reducir el riesgo de contraer este padecimiento recomendó tomar descansos de 10 a 15 minutos por cada cinco horas de uso de teléfono celular, tableta o computadora, y lubricar de manera constante los ojos, bajo prescripción médica.
La oftalmóloga refirió que este síndrome también puede darse por la menopausia, alergias, enfermedades inflamatorias como lupus, artritis reumatoide, rosácea, Parkinson y uso de medicamentos diuréticos, antihistamínicos y algunas hormonas.
Advirtió que de no atenderse a tiempo, se puede ocasionar ulceración de la córnea, perforación ocular e incluso pérdida de la visión, por lo que exhortó a la población a acudir a la Unidad de Medicina Familiar correspondiente, en caso de presentar los síntomas. |